sábado, 8 de marzo de 2014

Mi tierra y sus gentes




Quiero cantar a mi tierra.
A los pueblos, a su gente.
A cuanto en su seno encierra
y se mantiene latente.

En ella están mis amores.
Los valles y sus cañadas.
Los arroyos y las flores.
Mil gargantas sombreadas.

Puedo sentir el calor,
de ese sol de la mañana,
que como un beso de amor,
se nos da de buena gana.

Gozo al sentir la presencia
de las aguas cristalinas,
que son como pura esencia.
Las lágrimas de las cimas.

El cantar de las canoras.
los mil murmullos del viento.
El transcurrir de las horas
y el más puro sentimiento.

Mirar hacia lontananza.
Gozar las naturaleza.
Disfrutar cuanto se alcanza.
Vivir toda esa belleza.

Aquí vive el labrador
sacando el fruto a la tierra.
Incesante luchador,
en el valle y en la sierra.

Fiel a su lucha, consigue,
a pesar de la dureza,
la cosecha que persigue,
usando de su destreza.

Hombre sencillo y afable.
Honrado y trabajador.
Generoso y agradable.
Incesante luchador.

Su pareja, inigualable,
cuando derrocha ternura.
Trabajadora incansable.
¡No hay una madre más pura!

Mujer sencilla y amable.
Generosa y desprendida.
Animosa y muy sociable.

Imprescindible y querida.
Es como el sol extremeño
que da su cálido amor.
Es una rosa de ensueño.

Es toda, un jardín en flor.
Son hijos de Extremadura,
la tierra en que se forjaron.
Ellos la hicieron tan pura.

Ellos la dignificaron.
Así son nuestro mayores:
atentos y cariñosos.
¡Son sin dudar, los mejores!
¡Dios les de días gozosos!

Fernando García Martín